Multiplicar y
dividir... dos operaciones tan elementales que casi no nos damos cuenta de cómo
las hacemos. De hecho, muchas veces las hacemos con calculadora para ahorrarnos
problemas. Pero si regresamos a nuestra tierna infancia, recordaremos que para
multiplicar lo esencial es aprenderse "las tablas" y a partir de ahí
uno puede hacer luego multiplicaciones más sofisticadas de una forma mecánica
que no nos enseñan (o al menos a mí no me lo enseñaron) por qué funciona, pero
funciona. Me refiero a aquello de multiplicar un número por la cifra de las
unidades, luego por la de las decenas, centenas, etc., colocar los resultados uno
debajo del otro corridos una cifra cada vez, y finalmente sumarlo todo. Vamos,
esto: