Sigamos con la
Revolución Científica. Después de hablar de la física aristotélica y el abandono de la causa final, toca hablar de Copérnico, un clásico en todos los
relatos de esta época. En muchas
ocasiones, cuando alguien nos habla del susodicho, lo hace refiriéndose a un
genio revolucionario que puso a moverse a la Tierra desafiando todas las
creencias de su tiempo. El hecho de que hablemos de revolución copernicana refuerza
esta idea, así como también la refuerza la construcción de grandes héroes que
tiende a producir la llamada historia de las grandes figuras. Aquí vamos a
repasar la innovación de Copérnico para poder situarla en el lugar que le
corresponde.
Y precisamente ya
podríamos discutir incluso el uso del término innovación para referirnos
a la propuesta copernicana de sistema del mundo. En efecto, nos encontramos en
el Renacimiento de principios del siglo XVI, y lo (paradójicamente) innovador
de los renacentistas es que innovan recurriendo a lo antiguo. Precisamente su
voluntad es rescatar del olvido los textos clásicos. Bastante significativo es
el hecho de que la denominación "Edad Media" sea de origen renacentista.
¿En medio de qué? De los antiguos y ellos, los renacentistas, que miran al
pasado para acercarse al conocimiento auténtico,
no "corrompido" por las sucesivas traducciones y modificaciones de
los textos que se producen en el transcurso de la historia. Estamos pues en
este contexto de cuestionamiento de toda la tradición medieval (básicamente
aristotélica) y de mirada directa a los antiguos, entre los que se encuentra
Aristóteles, pero también muchos otros.