lunes, 30 de marzo de 2015

La revolución copernicana y el auge de lo retro

Sigamos con la Revolución Científica. Después de hablar de la física aristotélica y el abandono de la causa final, toca hablar de Copérnico, un clásico en todos los relatos de esta época. En muchas ocasiones, cuando alguien nos habla del susodicho, lo hace refiriéndose a un genio revolucionario que puso a moverse a la Tierra desafiando todas las creencias de su tiempo. El hecho de que hablemos de revolución copernicana refuerza esta idea, así como también la refuerza la construcción de grandes héroes que tiende a producir la llamada historia de las grandes figuras. Aquí vamos a repasar la innovación de Copérnico para poder situarla en el lugar que le corresponde.

Y precisamente ya podríamos discutir incluso el uso del término innovación para referirnos a la propuesta copernicana de sistema del mundo. En efecto, nos encontramos en el Renacimiento de principios del siglo XVI, y lo (paradójicamente) innovador de los renacentistas es que innovan recurriendo a lo antiguo. Precisamente su voluntad es rescatar del olvido los textos clásicos. Bastante significativo es el hecho de que la denominación "Edad Media" sea de origen renacentista. ¿En medio de qué? De los antiguos y ellos, los renacentistas, que miran al pasado para acercarse al conocimiento auténtico, no "corrompido" por las sucesivas traducciones y modificaciones de los textos que se producen en el transcurso de la historia. Estamos pues en este contexto de cuestionamiento de toda la tradición medieval (básicamente aristotélica) y de mirada directa a los antiguos, entre los que se encuentra Aristóteles, pero también muchos otros.