Volvamos a mi tema
predilecto: la Revolución Científica. Si os acordáis, antes de que apareciera
Sant Jordi me había quedado hablando de la revolución copernicana. Os comenté
cómo Copérnico había sido moderno siendo antiguo. Cómo no le gustaban
determinados aspectos del sistema de Ptolomeo y propuso su propio sistema. Pero
ahí no acaba la cosa.